¿Cómo ponerle un precio a mis cuadros?
Cuando llega el momento de decidir el precio para un nuevo encargo el ambiente se vuelve complicado.
Ya que nadie nos enseña a cómo valorar nuestro propio trabajo, resulta muy difícil darle una cifra numérica a algo tan subjetivo.
Por lo tanto, después de prueba y error, aquí te dejo algunos pasos que a mí me sirvieron para decidir el precio de mis obras.
Organízate
Aprovecha la oportunidad de un nuevo encargo para realizar una tabla o rúbrica donde tengas en cuenta variables como la técnica, el soporte y el tamaño. Para ello puedes utilizar una libreta o apostar por programas como Excel o Word.
Más es mejor
Cuantos más datos y variables hayas colocado mucho mejor; valorar los diferentes papeles, lienzos o medidas exactas te ayudará a fijar un presupuesto más preciso. Distingue por ejemplo, entre las reproducciones o «prints» de los encargos versus sus obras originales.
Comienza a barajar precios
Antes de ponerte a comparar precios en internet o a preguntar a personas externas, decide cuál sería el precio al que te gustaría aspirar.
Para esta parte es muy importante ser honesto contigo mismo; valorando la calidad, los materiales y el tiempo que empleas en tus obras. La cuestión es que intentes desprenderte de las valoraciones ajenas y crees un objetivo monetario al que te gustaría llegar, después de haber vendido X cantidad de obras.
Pregunta a conocidos o por redes sociales
Algo que te será muy útil es preguntar el tipo de proyectos que tienen más éxito en tu porfolio. Una buena idea sería tomar como ejemplo aquel cuadro que recibió más apoyo en tu comunidad. Si tienes valor, puedes aprovechar incluso para preguntar a conocidos cuánto pagarían por ellos.
Al principio puede ser complicado, pues muchos de ellos no tendrán ni idea del trabajo que hay detrás de una obra y te darán precios comparables a una camiseta o a un pantalón nuevo, pero no desistas.
Lo importante es que intentes analizar sus respuestas, pues siempre hay alguien objetivo que podría ser el perfil de un cliente potencial.
Encuentra el punto medio
Después de establecer un precio ideal y compararlo con las pinturas de artistas parecidos, que llevan más tiempo en el mercado, empieza a rellenar la tabla que habías creado; escribiendo primero un precio base para así aumentarlo o disminuirlo según el tamaño o material que emplees.
Siempre hay un precio mínimo
Por mucho que seas principiante en esto, siempre hay gastos que debes cubrir, así que al menos debes de incluir el precio del material y del transporte. No olvides que eres tu principal apoyo, y por lo tanto debes construir una buena autoestima artística desde tus inicios.
A partir de los costos fijos súmale al menos el doble de lo que te han costado; teniendo en cuenta el tiempo que has tardado en acabar la obra, sin olvidar que siempre podrás subir su precio en un futuro.
Fija el precio de tus obras
Una vez hayas establecido el precio con el que empezarás a trabajar, después de un arduo trabajo, ya puedes comenzar a vender tus obras con mayor seguridad.
Ya que se trata de un precio orientativo, quizás sientas la necesidad de cambiarlo según su acogida. Sin embargo, no te recomiendo bajar el valor de tus obras, puesto que ello sería una falta de compromiso y seriedad hacia el cliente si este la compró a un precio más caro anteriormente.
Controla el flujo de las ventas
Si tus precios no están funcionando o te gustaría vender con más eficacia, puedes utilizar ocasiones especiales para «rebajar» tus productos. Un ejemplo sería los cupones descuento por membresía, los códigos de descuento por anteriores compras o la adquisición de productos extra por el pago de uno más costoso.
¡Y hasta aquí los pequeños primeros pasos para tu emprendimiento artístico! Espero que te haya servido un poquito de ayuda.
Un abrazo, Mireia Collado.